martes, 6 de febrero de 2007

Velasco pretendía una transición


Ayer se cumplieron 32 años de la huelga de la Policía, hecho que para algunos analistas políticos, constituyó el comienzo del fin del régimen dictatorial del general Juan Velasco Alvarado, del cual ahora muchos ultraderechistas critican, y algunos representantes de la denominada “izquierda caviar” prefieren no recordar, pese a que apoyaron entusiastamente al velasquismo en aquella época.

Se dice que fue una dictadura. Eso es cierto. Mantuvo una censura contra aquellos medios de comunicación que estaban opuestos, y que hacían una crítica al régimen. Expropió algunos diarios, entregándolos a personajes afines al gobierno. Por ejemplo, cómo no recordar que el diario El Comercio fue dirigido por el líder de la Democracia Cristiana, Héctor Cornejo Chávez, quien apoyó a Velasco junto con su partido. La revista Caretas fue cerrada en algunas ocasiones.

Además de la censura periodística, también estaba la no realización de elecciones libres. No hubo una persecución política al estilo del sanguinario “Plan Cóndor” en el cono sur de Sudamérica, donde se desaparecían y asesinaban a los opositores al régimen. Pero sí muchos dirigentes de algunos partidos políticos, como el APRA y Acción Popular, estaban encarcelados, y algunos partieron al exilio (Aunque paradójicamente, el líder aprista Víctor Raúl Haya de la Torre estuvo en el país, con esporádicos viajes al exterior). Sin embargo, relacionándolo con el tema de las libertades políticas, no se puede acusar a Velasco de ser un genocida, que haya asesinado o desaparecido a sus opositores.

Pero ninguna de estas cosas critican los ultraderechistas a Velasco. Le critican acciones que fueron en contra de la “dictadura” de la derecha cavernaria, como el haber emprendido nacionalizaciones de recursos que estaban en poder del capital extranjero. La nacionalización de Petroperú, cuyo símbolo es la famosa ocupación de la Refinería de Talara, fue una de las cosas que más les dolió a los ultraderechistas, porque seguramente tenían “amarres” con la International Petroleum Company, dueña hasta ese momento de la refinería. Porque ellos nunca piensan en los intereses del país, sino en seguir siendo ricos a costa de las mayorías.

La sana intención de Velasco, era que estas empresas, en poder del Estado, fueran competitivas en el exterior para que generaran divisas para el país. Era la industrialización del Perú; por ejemplo, aquí se construían automóviles de Wolkswagen, se elaboraban lavadoras de último modelo y se exportaban (¡Cómo no recordar las épocas en que la Av. Argentina era un movimiento total de trabajadores!). Incluso, se alentaba la inversión extranjera: “Los inversionistas extranjeros serán bienvenidos y recibirán todas las seguridades razonables, semejantes a las de sus respectivas patrias, siempre que estén dispuestos a ayudar al Perú en sus planes de industrialización... los inversionistas que deseen explotar materias primas deben estar dispuestos a elaborarlas en el país, hasta donde sea recíprocamente beneficioso”1.

Entonces, es mentira que Velasco pretendió establecer una “dictadura comunista”, como afirman los ultraderechistas, como Aldo Mariátegui, quien es subordinado a sus intereses. Velasco pretendió establecer una transición de centro izquierda, en la cual se implantaran las bases de una justicia social, para luego de algunos años, transitar nuevamente hacia una democracia con elecciones, que fue lo que le faltó emprender. Pero como siempre, la derecha no le dejó actuar en los últimos años de su gestión, por medio de uno de sus peones dentro del ejército, el general Francisco Morales Bermúdez. Si Velasco hubiera continuado unos diez años más, quizá el Perú de ahora no sería tan injusto como hoy.

1 Libro del año 1970. Editorial Grolier Inc. p. 148

sábado, 3 de febrero de 2007

Se acabó la fiesta, hora de curarse


Fue una de las festividades costumbristas en la que el pueblo se refugió para divertirse con sus amigos y su familia. Para olvidar los problemas de la cotidianidad. Se conoce que se celebra desde el siglo XIX. Hay imágenes y pinturas que demuestran que los juegos de carnaval son antiguos, por lo tanto nuestros tatarabuelos también lo practicaban. Pero ojo, sólo entre ellos, entre la gente que consideraban de confianza. Como toda broma, esta siempre se hace con los de confianza.

Lamentablemente, desde hace más de diez años, esta fiesta de aventarse baldazos de agua o globos llenos con el líquido elemento se ha convertido en una verdadera masacre, desvirtuando completamente el sentido del juego en confianza. Ahora vemos que los chicos no solo utilizan el agua; también se consiguen betún, talco, pintura, entre otros elementos. Y lo peor es que embarran a gente desconocida para ellos, que transita por las calles, que van bien vestidos, sea para una ocasión especial, o se dirigen a cumplir algún deber como estudiar y trabajar. El castigo inmerecido que reciben es que unos cuantos desadaptados les ensucien la ropa. Las mujeres sufren la peor parte, pues además de ser pintarrajeadas, los salvajes estos, en algunos casos, se morbosean tocándoles algunas partes de sus cuerpos. Además de dejarles las prendas un desastre, con un collage de colores diversos.

Incluso hay denuncias de actos vandálicos, en los cuales encima de mojar y pintar a los transeúntes, estos también son asaltados. En varios diarios de circulación nacional se puede constatar en columnas como "nos escriben", o algo así, numerosas cartas de vecinos quejándose de estos hechos, y reclamando a los alcaldes que pongan mayor seguridad en las calles para que no se den más estos actos contra el prójimo. Hay un clamor para que se prohíba este juego que ya degeneró.

La verdad es que, yendo contra la tradición, tienen razón. Es que esto ya perdió su razón de ser. Y con lo violenta, reprimida y resentida que está nuestra sociedad, la cual desahoga sus rencores ante la falta de oportunidades con la malcriadez, la falta de respeto, y lo delincuencial inclusive, se confirma su degeneración. Los juegos de carnavales ya no volverán a ser como antes. No hay marcha atrás. No es posible.

Por eso, es necesario que se prohíba este "juego" de una vez por todas. Incluso ha causado muertes. En Cajamarca, un niño de 13 años murió atropellado por un camión, en el momento en que huía de unos individuos que querían mojarlo. ¿Es posible que siga ocurriendo esto? El pobre chico no tenía nada que ver en este juego, pero sus perseguidores no lo entendieron así. Ni lo entienden ni lo entenderán. Porque son parte de la gran mayoría del país que está enfermo, y que necesita que lo curen. Y mientras que se busca cómo curarlo, hay que prohibir este juego. Es como permitirle a un enfermo de cirrosis que se tome un vaso de cerveza.

El juego de carnaval no volverá a ser el mismo. Un juego en familia. Ahora es una salvajada, porque nuestra gente está copnvertida en salvaje. Sino, ¿por qué hay tantas violaciones, secuestros, asesinatos, incluso filicidios (padres que matan a sus propios hijos)?. Son numerosos estos casos. Mientras que el enfermo no comience el tratamiento, que se abstenga de jugar. Es lo preciso y necesario. Y mientras tanto, señor gobierno, ponga en marcha un plan de salud mental.

viernes, 2 de febrero de 2007

Cuidado con una nueva privatización (costumbre fujimorista)


Luego de la iniciativa de la congresista del fujimorismo, Martha Hildebrandt, que plantea que los estudiantes provenientes de colegios particulares que estudien en universidades públicas, paguen sus estudios para que aporten al presupuesto de estos centros de estudios, se agregó la de su colega de bancada, Luisa María Cuculiza, que consiste en que a los estudiantes de las universidades privadas se les quite el derecho del carné de medio pasaje.

Estos proyectos de ley evidencian una clara discriminación hacia un sector del estudiantado universitario. Por más que provengan de una población que económicamente tuvo las posibilidades para pagar una escuela privada, los estudiantes que se verían afectados por esta propuesta tienen el derecho a la gratuidad de la enseñanza al haberse acogido a una universidad estatal. Así como los estudiantes de las universidades privadas tienen el derecho a pagar su medio pasaje, porque eso está consagrado en la ley. Es como si quisiéramos quitarle el pasaje escolar a los colegiales sólo por estudiar en centros particulares. Hay muchas familias que hacen grandes esfuerzos para que sus hijos puedan estudiar en universidades privadas, algunos con beca incluida.

Evidentemente, hay una sintonía entre los proyectos de ley presentados por Hildebrandt y Cuculiza, además de ser ambas parlamentarias de filiación fujimorista. El comenzar a recortar derechos establecidos desde hace muchísimos años, parecen ser el primer paso para privatizar la educación, anhelo de muchos “lobbistas” que, no contentos con ganar hartas sumas de dinero por lucrar con esta, buscar ahora sacar provecho de su mala situación.

Y no es raro que lo presenten las señoras de la bancada fujimorista. Durante su gobierno de diez años, Alberto Fujimori fue el iniciador de las privatizaciones en el Perú, obedeciendo a intereses de las grandes empresas transnacionales y gente interesada en mantener su poder económico, a costa de la paupérrima situación en que se encontraban la mayoría de las empresas estatales. Privatizó la compañía de teléfonos, la de luz, entre las más sonadas transacciones, y como producto de ello tenemos las tarifas más altas en servicios de América Latina. Con lo único que no pudieron fue con el tema del agua, que, gracias a Dios, a los esfuerzos de los gobiernos siguientes (hay que reconocerlo), y a quienes se opusieron a esto, permanece en manos nacionales.

Si se dan estos dos pasos, quitar la gratuidad de la enseñanza a un sector de los estudiantes y eliminar el medio pasaje para los “pitucos”, se abren las puertas a una nueva privatización. Esto acarrearía que no haya acceso a la educación para las clases menos favorecidas, y por consiguiente, los grandes empresarios de la educación se apoderen poco a poco de las universidades del Estado. El gobierno debe ponerse alerta ante esta situación.

Sin embargo, parece que esta iniciativa no avanzará. La parlamentaria aprista Nidia Vílchez indicó que estaba en desacuerdo con esta medida, y adelantó que su bancada no la apoyará. El Presidente del Consejo de Ministros, Jorge Del Castillo, garantizó al inicio del nuevo gobierno que no habrían más privatizaciones, y ayer ratificó su posición, manifestando su defensa de la enseñanza gratuita. Esperemos que se cumplan estas promesas.

jueves, 1 de febrero de 2007

No se puede pedir más


Anoche Cristal venció en Lima al América de México por dos goles a uno, resultado que confirma su eliminación de la Copa Libertadores, pues era insuficiente para superar el cinco a cero en contra de la semana pasada en Toluca (América actuó allí de local por estar su cancha suspendida). El resultado es lo de menos, pues la goleada anterior confirmaba prácticamente la clasificación de las “águilas” a la ronda de grupos.

Analicemos la actuación hombre por hombre. Delgado en el arco, sacó alguna pelota de peligro, pero fue el mismo de siempre, antipático para la tribuna, la cual hasta ahora no puede comprender porque tiene la costumbre de hacer tiempo con el balón, gane o pierda. Su defensa anduvo regular. Rebosio ya no es el mismo de antes, la mala vida y las malas noches de juerga le están pasando la factura a sus casi 30 años. Villalta ha perdido su nivel de años anteriores (lo único bueno fue que hizo el primer gol), y el tal Rodolfo Fassi, argentino, no es la gran cosa, solo anticipador y rechazador. En México, este trío, con Delgado como cómplice, cumplieron una actuación desastrosa. De lo contrario, el marcador no hubiera terminado como acabó. En Lima al menos mejoraron.

En el medio sector, Prado no termina de entender que el fútbol es un juego en conjunto, y que no es un Maradona que pueda llevarse a todos sus rivales por su banda. Hace recordar a Percy Olivares, quien nos dio muchas insatisfacciones en la selección, jugando de esa manera. Encima, perdió un penal cuando las cosas estaban en cero. Álvarez nunca trascendió (¿de dónde lo sacaron? Con el perdón de la persona). Por allí Lobatón tuvo algunos chispazos, e Ísmodes sorprendió con algunas jugadas, aunque su endeble físico no lo ayudó mucho. Salió aplaudido. Soto ingresó en el segundo tiempo y demostró dos cosas: está falto de fútbol y parece que estuviera lesionado ¿O será que ya se quiere retirar del fútbol? Rainer Torres no mostró casi nada, puro pundonor, nada más.

Arriba, Bonnet se esforzó, pero parece que el peso de los años ya le juega en contra, y erró unas pocas opciones de gol. Orejuela se mostró como siempre, impetuoso, pero desordenado, falló un gol cantado sin arquero, aunque provocó el penal que Prado erró. Luego ingresó Gabriel García, (quien fuera goleador del fútbol peruano y luego destacó en la Liga de Quito) para demostrar que debió ser titular, anotando un gol en su única ocasión frente a la valla rival.

En síntesis, Cristal no tiene equipo.

Por último, el DT. Jorge Sampaoli tendrá que demostrar que ha hecho méritos para llegar a Sporting Cristal, aunque en el equipo que tiene a cargo no tiene mucho para escoger. Sus buenas campañas en Sport Boys y Bolognesi tendrán que ser superadas, porque eso exige la institución del Rímac.

Sin embargo, con el plantel que tiene, no se le puede pedir más a Sampaoli; sólo le queda pedir refuerzos urgentes a la dirigencia. La cosa no va caminar con estos jugadores. Ni siquiera para el torneo local, a mi parecer (Ojalá me equivoque, por los sufridos hinchas de Cristal que hace diez años no ven un buen equipo) Y esto, nuevamente, es responsabilidad de los dirigentes, como los señores Rebagliati y Osterling, que son especialistas para quejarse ante la prensa de todas sus desgracias, pero no para conformar un buen equipo de fútbol.

miércoles, 31 de enero de 2007

La educación primero (manteniendo la gratuidad)


La congresista Martha Hildebrandt ha propuesto que aquellos estudiantes de universidades públicas, provenientes de colegios particulares, puedan pagar sus estudios como se hace en las universidades privadas, a diferencia de los demás. Sostiene que con esta medida, centros de estudios como San Marcos, la Agraria de La Molina y la de Ingeniería, tendrán más presupuesto para realizar investigaciones, y mejorar la calidad educativa.

El proyecto de ley, presentado por la reconocida lingüista, también indica que podrán ser exonerados de este pago aquellos que puedan demostrar que ya no cuentan con la misma situación económica de la época en que eran estudiantes escolares.

Pese a esta indicación, esta propuesta aún tiene algunas incongruencias. Al hacer que todos los estudiantes de los colegios particulares estén obligados a pagar sus estudios, negándoles la gratuidad de la enseñanza. Hay que tener en cuenta que no todos los colegios particulares están en la misma situación. No es lo mismo el Alfredo Rebaza Acosta, de San Martín de Porres, que el Colegio Markham de San Isidro. Pese a que ambos centros educativos son privados, y que en ambos se paga, es notorio que el Markham es muchísimo más costoso que el Rebaza Acosta.

Por esta razón es que incluir a estudiantes de colegios particulares para que paguen sus estudios universitarios “en el mismo saco”, no sería justo. Los del Markham, mayormente acuden a universidades como las de Lima, o del Pacífico, cuya escala más baja de pagos no baja de los mil doscientos soles mensuales. En cambio, los de otros colegios particulares de distritos de clase media o populosos, en algunos casos llegan a la Universidad Católica, y la mayoría va a las universidades públicas como San Marcos o Villarreal.

Se calcula que aproximadamente el 30 por ciento de los estudiantes de los centros universitarios públicos son provenientes de colegios privados. Pero habría que ver de qué escuelas provenían, y cuánto pagaban.

La solución no es hacer pagar más a los que provienen de colegios particulares. La solución es que el Estado rompa con la tradición e incremente su presupuesto al sector educación, el cual está descuidado hace muchísimos años. No solo debe concentrar sus esfuerzos en evaluar a los docentes de los centros educativos públicos, lo cual es un primer paso. Debe preocuparse en invertir en las universidades estatales, para que se realicen verdaderos trabajos de investigación, y salgan excelentes profesionales, mejores de los que salen ahora al mercado laboral. Otros países priorizan en su presupuesto la educación, y el Perú no debe ser la excepción.

martes, 30 de enero de 2007

La casa de todos los peruanos


El pasado viernes 19, se realizó una marcha multitudinaria, organizada por la Asociación de Familiares de Víctimas del Terrorismo (Afavit), a favor de la propuesta del presidente Alan García de reinstaurar la pena de muerte para los violadores de menores de edad y terroristas. Esta manifestación tuvo como concentración la Plaza Mayor de Lima, lugar donde esta prohibido (supuestamente) realizar actividades de esta naturaleza. Sin embargo, a estos manifestantes, entre los cuales estaban infiltrados militantes de la “portátil”, se les permitió el ingreso, e incluso estuvieron en Palacio de Gobierno, donde García los recibió y se atrevió a dar un discurso pro-pena capital, como en las mejores épocas de sus recordados “balconazos”.

La semana siguiente, el 26, hubo una movilización parecida, pero esta vez promovida por diversas organizaciones de derechos humanos (y con infiltrados de extrema izquierda), en contra de que se legalice la pena capital en nuestro país. Estos no fueron recibidos por Alan, y mas bien, pese al reducido número que convocaron, se les dispersó con “pinochitos”, adelantándose a los carnavales de febrero.

Cuando la prensa consultó a Alan acerca de estas diferencias en el trato a dos sectores opuestos, éste dijo que sólo había hecho la invitación a las víctimas del terrorismo, y añadió: “el dueño de la casa invita a quien quiere”.

Es cierto que Alan es el actual dueño de la casa de Gobierno. Los siete millones de votos que recibió en junio (sea por convicción o por miedo a Humala) lo depositaron allí nuevamente, para que la ocupe hasta el 28 de Julio del 2011. Pero no sólo para esto, sino para que haga un gobierno para todos los peruanos, mensaje de la última elección.

Es cierto también que el dueño de casa (aunque sea temporal) está en su derecho a recibir “a quien quiere”. Ese derecho no se discute.

El asunto es que es necesario crear un ambiente de tolerancia y capacidad de diálogo, de escuchar a todas las partes, tanto a los que están a favor como a los que discrepan. Porque para construir democracia, se necesita siempre una voz discrepante, y escuchar también a los otros, por más que signifiquen una minoría en el país, como los que estamos en contra de la instalación de la pena de muerte. Si se gobierna para todos, pues se debe recibir a todos. Alan debería de aprender de su Primer Ministro, Jorge Del Castillo, quien tiene como una de sus virtudes la apertura al diálogo y la concertación con todos los sectores. Recordemos que el actual presidente se autodenominó en la campaña del 2001 como “el presidente de la concertación”. Parece que ha olvidado eso.

También hay que recordar que el Palacio de Gobierno, si bien es cierto es la residencia presidencial, y es el lugar donde labora el Jefe de Estado, es también “la casa de todos los peruanos”; por lo tanto, todos merecen ser recibidos. Y ojo que esta frase es de autoría de Alan García.

lunes, 29 de enero de 2007

¿Bachelet juega para Alan?


Luego de tantas penas, tanto de muerte como futbolísticas, el tema que ha concitado la atención el último fin de semana fue el de un problema limítrofe con nuestro vecino del sur, Chile. El gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet dispuso en una norma la creación de la XV Región de aquel país, denominada Arica Parinacota, pasando los límites acordados con nuestro país en el Tratado de 1929, quitándonos hasta 35 mil kilómetros cuadrados. Esta irregularidad, que atentaba contra la soberanía territorial peruana, fue anulada inmediatamente por el Tribunal Constitucional chileno, que declaró ilegal esta cuestión, puesto que se transgredía un tratado internacional de límites, ya que tiene carácter perpetuo.

Más allá de la confirmación del orden en que se desenvuelven las instituciones en aquel país, con la decisión del TC chileno, lo cierto es que esto también puede parecer una jugada maestra de Bachelet. A ella no le perjudica ante la opinión pública de su país que haya emprendido esta norma. Al contrario, le puede ayudar a elevar su popularidad; en el inconsciente de los chilenos todavía puede haber un pequeño sentimiento contra el Perú (aunque esto ahora es mínimo, casi inexistente). No se puede pensar tampoco que ella desconocía los detalles de dicha ley, como primera mandataria, es claro que estaba al tanto. Aunque también es posible que no supiera, sabiendo los antecedentes del militarismo de su nación y sus influencias todavía existentes.

Pero además de ayudarse ella misma, se puede deducir que esta acción también es para ayudar al Presidente de la República del Perú, Alan García. Es sabido que se ha contenido el descenso de su aprobación, que ahora está en 57 por ciento (y en provincias en poco más de 50 %), y que necesitaba de un suceso así que produjera algún ascenso en sus bonos.

Este asunto del “robo” territorial, y el comportamiento de la cancillería peruana para solucionar el impasse, de una manera prudente y acertada, pueden ser elementos que realcen la nacionalidad de la ciudadanía, y un sector de ésta se ponga nuevamente del lado del presidente García, quien por cierto, desistió de acompañar en el avión presidencial chileno a Bachelet, a la asunción de mando en Ecuador de Rafael Correa, hasta que se solucione el problema. Este detalle fue mencionado por el canciller José Antonio García Belaúnde, cuando explicó a la prensa los pormenores del incidente, que el gobierno peruano consideró “solucionado”.

Esta reacción de Alan García, añadida a la invitación referida de Bachelet, podría demostrar que habría una cierta complicidad entre ambos, dado que los niveles de aprobación que enfrentan ambos en sus países ha estado en descenso en los últimos dos meses, y se habrían dado “una manito” para que se puedan apoyar. García viene siendo cuestionado en el Perú por no haber cumplido algunas promesas de campaña, y por sostener una supuesta alianza con el fujimorismo. Bachelet, quien tiene casi los mismos niveles de aprobación de su colega peruano, enfrenta la dureza de la oposición de derechas, y el peso de ser la primera mujer que es presidenta en su país.

Si bien es cierto sus gobiernos no enfrentan graves crisis, esta habría sido una “ayudadita” para darle un poco más de estabilidad a sus regímenes. Es sabido que cuando un gobernante mueve el asunto del “nacionalismo” (no el de Humala), su aprobación tiende a subir. Esperemos la próxima encuesta, y si Alan no vuelve con otra de sus locuras como lo de la pena de muerte, quizás suba algunos puntos.

sábado, 27 de enero de 2007

¡Vamos al Estadio!


Dos resultados a la vista en este mes de enero. Primero, la eliminación de la selección peruana de fútbol sub-20, en el certamen sudamericano clasificatorio para el Mundial de la categoría, a desarrollarse en Canadá. La caída escandalosa ante Bolivia por cuatro a uno, en el último partido, fue lo más humillante que atravesó este equipo, integrado por jugadores sin alma, que no se parecen nada a los peruanos, que se las ingenian y luchan contra la adversidad; y dirigidos por una persona que puede ser muy respetable, pero que no pasa de eso, porque entrenador de fútbol no es.

El otro es el del miércoles, donde uno de los mejores equipos de nuestro fútbol (se supone), Sporting Cristal, fue avasallado sin atenuantes por el América de México, por un categórico cinco a cero, en la cancha del Toluca. Con este resultado, el partido de vuelta es sólo un mero trámite.

Estas dos derrotas reflejan la calamitosa situación en que se encuentra nuestro balompié desde hace varios años. Curiosamente, desde hace varios años tenemos a los mismos dirigentes conduciendo los clubes; si no son las mismas personas, son los mismos cerebros, con mentalidades mediocres de salvaguardar sus intereses personales y económicos, y sin ideas para buscar que el fútbol nacional salga del estado en que se encuentra. A ellos no les importa para nada que los equipos peruanos ganen, sino que más bien parece que quisiera que perdiesen.

Pero, ¿puede caber en la cabeza de alguien más o menos sensato, desear que continúen las malas performances de los elencos peruanos, sean clubes o selecciones, en las competencias en que participamos? La respuesta es, increíblemente, SÍ. ¿Y cuál sería la razón para querer esta hecatombe en la que vive el deporte rey en el Perú?

La razón es aburrir a la afición deportiva. De un tiempo a esta parte, cuando se pregunta a la gente sobre algún partido de la selección o de la participación de algún combinado peruano en campeonatos como la Copa Libertadores o la Copa Sudamericana, la respuesta clásica es “no vi el partido”. Eso demuestra un desinterés por saber sobre la situación del fútbol, debido a que la afición está cansada de tantos malos resultados.

El desinterés sobre cualquier área de la vida lleva a un desconocimiento de esta, y por lo tanto, cuando no hay conocimiento, es difícil que haya una voz discrepante o una oposición. Y eso es lo que buscan los dirigentes, tanto de la Federación Peruana de Fútbol, o de los clubes, quienes en su afán de seguir entornillados en los cargos, prefieren que las cosas sigan así, para que ya no tengan, ya no en los mismos socios de los clubes, sino en la afición, alguien que pida fiscalización. Y esto a pesar de los esfuerzos que hace un sector de la prensa deportiva, por señalar las irregularidades que están ocurriendo en la dirigencia del fútbol.

Por eso los dirigentes piensan: “¡Que sigan perdiendo! No nos interesa”. Llegará un momento en que la afición se desinteresará completamente de la práctica del fútbol, por sus tan vergonzosos resultados, así como ha pasado con otras disciplinas, como el básquet, para mencionar algunos deportes que alguna vez nos dieron lauros. ¿Quién va ahora a ver un partido del Regatas Lima? A nadie le importa.

Ante esta situación, no debemos dejar que estos personajes detestables, como Manuel Burga o Alfredo Gonzales (y otros más que por allí se me escapen), sigan haciendo de las suyas. Vayamos al estadio, sea para ver a la selección o al equipo de su preferencia, y si se pierde, hacer sentir nuestra voz a estos tipos para que dejen de hacer de las suyas. Apoyemos a los socios que están en contra de Gonzales, en el caso de la “U”, cuya realidad actual es calamitosa. Por más que sigamos perdiendo, no bajemos la guardia. No bastan los blogs o páginas de internet donde se expresa el malestar: ahora toca la acción.

martes, 23 de enero de 2007

Que lo investiguen (y no sólo por lo de la corte)


El Congreso de la República ha aprobado una iniciativa de la Célula Parlamentaria Aprista para investigar al ex presidente Alejandro Toledo por el tema del allanamiento del Estado peruano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en cuanto a los asesinatos de terroristas y presuntos terroristas en el penal Castro Castro en 1992.

Muchos analistas políticos sostienen que esta medida significa una supuesta persecución contra el ex mandatario, y que se está creando “un candidato para el 2011”, en el supuesto de que éste se quisiera presentar a la elección presidencial que corresponde a ese año. Pero estos análisis vienen más de opiniones de personajes de ideas de derecha, quienes están a favor de las medidas neoliberales que aplicara Toledo en su régimen, el cual permitió un gran crecimiento económico, pero a costa de aumentar la pobreza en nuestro país a 50 por ciento. Además, no hay que olvidar las posturas de sus “escuderos”, como Carlos Ferrero y Juan Sheput, quienes lo presentan como si hubiese sido el Ramón Castilla del siglo XXI (la pregunta es dónde está Gustavo Pacheco).

Sin embargo, en la práctica, Toledo, en este momento, no representa una amenaza para el gobierno del doctor Alan García. Si su estilo de gobierno hubiera calado en la población, su partido (Perú Posible) hubiera sacado mucho más que los dos parlamentarios que actualmente tiene en el Poder Legislativo. Durante todo el periodo del líder de la chakana, éste siempre estuvo en duda de poder concluir su mandato, debido a su pésimo manejo político, y el rechazo de entre 70 y 80 por ciento que siempre tuvo en la ciudadanía.

La investigación ya está en curso, pero no es la única que se debería hacer. Hay muchas cosas más que se deben investigar sobre este régimen mediocre, que tuvo todo para sacar al país adelante, y generó un outsider como Ollanta Humala. Muchos olvidan que el partido de Alejandro Toledo debe su existencia en el padrón electoral, gracias a una probada falsificación de firmas con las que se inscribió en el Jurado Nacional de Elecciones hace varios años. Si no, ¿por qué hicieron que una persona clave en el caso, como Carmen Burga, fugara del país cuando se hacía la investigación en el Poder Judicial y en el Congreso?

No se deben olvidar los casos de nepotismo en los que incurrieron varios de sus ministros, como el caso de Doris Sánchez y Jesús Alvarado, cuando fueron ministros del toledismo. El nombramiento de familiares del presidente en cargos estatales, como fue el caso de su sobrina Jessica Toledo. Tampoco se debe olvidar las relaciones de la chakana con el fujimorismo (que tanto critican ahora al gobierno aprista, aunque es un hecho): ¿recuerdan los correos electrónicos intercambiados entre Juan Sheput y la ex parlamentaria fujimorista Carmen Lozada? Por último, no debemos dejar de recordar los vínculos con César Almeyda en sonados casos de malversación, tráfico de influencias y corrupción.

Por todas estas cosas, Toledo debe ser investigado. No fue ningún santo.

Además, basta de presentarlo como si hubiera sido un santo, y su gobierno una perfección completa. Si no, ¿por qué apareció un Ollanta Humala, con un respaldo de 47 por ciento en las urnas? Eso fue porque, definitivamente, esa gran parte de la población protestó contra el orden de las cosas que había dejado Toledo.

sábado, 20 de enero de 2007

Cambien a los libretistas del fútbol


No es ninguna novedad que la selección peruana de fútbol, en su categoría Sub-20, haya sido eliminada de la manera más vergonzosa en el Sudamericano de Paraguay. Esto no es más que una obra teatral, con el mismo libreto, sólo que con diferentes actores (los que están en la cancha) que se viene repitiendo desde hace más de dos décadas. Pero aquí no se trata de hacer leña a los actores, los futbolistas. El problema es de los libretistas, o sea, los dirigentes del fútbol nacional.

Esto hace recordar a aquel grupo puertorriqueño llamado Menudo, que hacían la misma música, y tenían el mismo jale entre las chicas, y que sólo cambiaban sus integrantes cuando ya tenían cierta edad. Ya se sabía qué iban a hacer. También se parece a las películas del agente 007, el famoso James Bond, donde cada cierto tiempo van cambiando al personaje principal para que haga este papel. Porque ni modo que el gran Sean Connery siga haciendo esta interpretación a sus más de 70 años.

Lo mismo pasa en el fútbol peruano. Eliminatorias y Copa América, ven a la blanquirroja despedirse sin pena ni gloria. En torneos de clubes como la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana (con la excepción del sorprendente Cienciano del 2003), la Copa Conmebol u otras estupideces que se le ocurre crear a la Confederación Sudamericana de Fútbol, los elencos que nos representan hacen presentaciones, que en muchas ocasiones lindan con el ridículo. Pasan las generaciones de futbolistas nacionales, agregando en este historial a aquellos estafadores del extranjero que vienen a jugar en nuestro “fulbo”, y la situación es la misma. El libreto continúa.

Y ese libreto continúa porque continúan los mismos libretistas de siempre. Continúa Manuel Burga como presidente de la Federación Peruana de Fútbol, y encima pretende ser reelegido, como si hubiera logrado que el deporte rey en nuestro país salga de la profunda crisis en que se encuentra. Y Burga es el continuismo de lo que significó Nicolás Delfino, quien estuviera por diez años en el cargo y tampoco logró absolutamente nada.

Y este libreto continúa porque los libretistas de siempre, llamados dirigentes, tienen esa misma lógica, de no tener un objetivo ni visión clara para que nuestro fútbol desarrolle, sino que tienen esa estúpida, angurrienta y nefasta ambición de querer estar en los cargos, con los obvios beneficios que tiene el estar ubicados allí, y aprovechar el poder y las relaciones con la Conmebol y la FIFA para sus intereses personales. Sino entonces, porque Burga y compañía quieren continuar en la FPF.

Y este libreto continúa porque el problema no es sólo de la FPF, sino de los clubes, cuyos mandamases se comportan como verdaderos gamonales en la época de las haciendas, manejando a estas instituciones como si fueran su chacra, contratando verdaderos paquetes del extranjero y maltratando a los futbolistas, adeudándoles hasta cuatro meses de sueldo, dejándolos sin cancha para entrenar en algunos casos. El caso más patético es el de este personaje siniestro llamado Alfredo González, quien se burla de las suspensiones en su contra, y sigue haciendo lo que le da la gana en la “U”, cuya imagen en la actualidad está en desprestigio. Y de esto no se salvan los dirigentes de clubes de provincias, de la segunda división, y de las federaciones departamentales. Todos están en las mismas condiciones.

Para que este maldito libreto no continúe, se tiene que cambiar a estos libretistas llamados dirigentes, porque depende del libretista el libreto que se dispone para una obra. Necesitamos libretistas con ideas de desarrollo, de progreso, y con buen criterio. Tenemos que volver a los libretos que impulsaron nuestro balompié en décadas pasadas, pero actualizándolos, porque ahora el fútbol moderno exige otras cosas, y no solamente el “toquecito”.

Pero esto tiene que hacerse ya, señor Gobierno (¡Qué carajo importa lo que diga la FIFA!), porque ya se nota que la afición por el fútbol en el Perú sigue decreciendo. Con decir que muchos no vimos lo que pasó con la Sub-20, porque ya sabíamos lo que ocurriría. La afición ya se cansó de escuchar el mismo cassette por más de 20 años.

martes, 16 de enero de 2007

El olfato político del APRA


Mucho se está especulando sobre una supuesta alianza del APRA con el fujimorismo en esta segunda versión de Alan García Pérez como presidente de la República. En los principales medios de comunicación del país, se comenta que es una convergencia “tácita”, que ambos tienen intereses comunes.

Esta es una interpretación válida, por la manera como se han venido dando las cosas. El fujimorismo propone una ley para supervisar a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), que fueron incómodas cuando estos estuvieron en el Gobierno, y la bancada aprista apoya esta medida, dirigida a aquellas instituciones que defienden los derechos humanos y combaten la contaminación ambiental, incómodas para el régimen, en su afán de estar en buenas relaciones con las empresas mineras . El APRA, de la mano del presidente García, plantea la pena de muerte para terroristas y violadores de menores de edad, y los fujimoristas apoyan. Obvio: dada la pena de muerte, se podría retirar al país de la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para evitar sanciones a los regímenes de García y Alberto Fujimori, con rabo de paja en materia de derechos humanos.

Hasta allí, todo está comprobable. Aparentemente, ambos se benefician. Pero no es así.

El fujimorismo logró 13 curules de 120 en el actual Congreso, un poco más de 10 por ciento a nivel nacional, sin Fujimori en el escenario electoral de abril del año pasado (aunque estando en Chile pesó). En los comicios municipales y regionales, prácticamente fueron borrados del mapa. En el supuesto que Fujimori sea absuelto de sus culpas, como sueñan sus seguidores, para el 2011, este personaje tendría 73 años, una edad muy avanzada para pretender volver a la presidencia. Por eso, lo único que buscan es que el Extraditable sea liberado, para que el movimiento naranja perdure unos años más. De allí, no tiene garantizada su subsistencia. Quedará en el recuerdo, como el odriísmo, el pradismo y el sanchezcerrismo.

¿Y qué decimos del APRA? Partido realmente zorro en la arena política (y con un líder zorro como García, aunque no nos guste), sabe que, pese al rechazo de gran parte de la población al régimen de Fujimori, un gran sector de la población lo apoya. García sabe que ese porcentaje es fundamental para darle estabilidad a su gobierno. Es por eso que propone medidas como la pena de muerte, respaldadas ampliamente por sectores populares cercanos al fujimorismo.

Y es por eso que García golpea duro al toledismo. Porque casi no tiene respaldo popular, y, a diferencia de lo que muchos creen, en el sentido de que Alejandro Toledo podría ser serio candidato presidencial en el 2011, esto es difícil que ocurra. Y lo golpea porque sabe que los adeptos a Fujimori tienen una gran antipatía y resentimiento contra Toledo, a quien acusan de haber desatado una persecución contra este grupo político. Así se los gana. Cuando el fujimorismo esté extinto, tendrán en el APRA y García sus nuevos ídolos.

Ahora entiendo porqué el APRA sobrevivió a la “Convivencia” con Manuel Prado en 1956, la Alianza con Manuel Odría (otro Manuel) en 1963, archienemigos en décadas anteriores: su olfato político. Esos actores políticos desaparecieron para siempre, con sus movimientos. Es criticable, es cierto, pero eso explica porqué es el único partido que queda vivo en el país. La pregunta es, ¿esta vez sobrevivirá? Todo depende de cómo lo maneje.

miércoles, 10 de enero de 2007

LA INTOLERANCIA DE CHÁVEZ


Luego de su aplastante victoria electoral en diciembre último, todo parecía indicar que el reelecto mandatario venezolano Hugo Chávez dejaría los gruesos adjetivos que había utilizado para insultar a otros políticos de América Latina. Llamó a la concertación a la oposición política de su país, con la que siempre se mostró beligerante. Incluso se reconcilió con el presidente del Perú, Alan García Pérez, con quien mantuvo un fuerte enfrentamiento verbal cuando su homólogo peruano aún era candidato, e incluso luego de que asumiera la presidencia. Ahora todopoderoso, con más respaldo en el ámbito nacional, y con más aliados en el continente (Morales en Bolivia, Correa en Ecuador y Ortega en Nicaragua, además de Cuba), parecía que Chávez por fin dejaría los insultos y los calificativos hacia sus vecinos.

Parecía. Todo estaba en calma.

Sin embargo, parece que a este señor no le gusta tener ningún tipo de cuestionamiento, pues al parecer, todo debe andar como él cree. Sin que nadie lo critique, y que las cosas caminen como él quiere. Dentro de la democracia, no siempre los rumbos marcarán necesariamente lo que piensa uno, y eso no lo entiende el mandamás venezolano.

Lo demuestra cuando dice que no renovará la licencia de transmisión a la emisora local Radio Caracas Televisión, por considerar que esta atenta contra los intereses nacionales "de la revolución bolivariana" que Chávez dice encabezar. Esto es un claro atentado contra la libertad de expresión, y demuestra un alto subjetivismo y egocentrismo, pues ¿acaso sólo Chávez sabe lo que es bueno para su país? ¿Acaso él es el único iluminado?

Ante esta medida violatoria de las libertades, salió al frente el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, quien advirtió que esto constituía una acción de censura sin precedentes en América Latina, además que acarrearía consecuencia políticas.

La reacción furiosa del ex cachaco Chávez no se hizo esperar. Calificó de "pendejo" (que en Venezuela significa tonto o estúpido) a Insulza, además de acusarlo de entrometerse en asuntos internos de los venezolanos, y pedir su renuncia en el cargo. Esto confirma la intolerancia de este personaje, quien no quiere ninguna fiscalización ni observación de sus actos en el poder, para poder maniobrar a su antojo. Los hechos hablan por sí solos: nombra a su hermano Adán Chávez como ministro de Educación (esto es nepotismo), y ahora su vicepresidente al ex jefe del Consejo Electoral Jorge Rodríguez, en reemplazo de su escudero José Vicente Rangel.

Estas actitudes no son nuevas en el mandatario venezolano. Al incidente anterior con Alan García, a quien calificó de "corrupto, ladrón, tahúr y truhán", cuando este le criticó que se opusiera a los TLC con los Estados Unidos, e indicara que Venezuela tenía "un TLC petrolero" con los yanquies, también están los calificativos contra los ex presidentes de Perú y México, Alejandro Toledo y Vicente Fox, respectivamente, y el mandatario colombiano Álvaro Uribe como "lacayos del imperialismo yanqui". Reacciona de esa manera cuando se le indican sus errores o contradicciones.

Tampoco puede decir que no se entromete en asuntos internos: se insmiscuyó en los procesos electorales de Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Perú y hasta en México, de la manera más descarada.

¿Por qué no dijo nada cuando la misma OEA manifestó, en un comunicado, que las recientes elecciones venezolanas que lo ratificaron en el cargo, se habían desarrollado de manera transparente? O sea, cuando los comentarios son a su favor, está contento, pero cuando no, lanza todos su dardos. Otra prueba más de la intolerancia del dictador venezolano, quien podrá haber sido reelegido democráticamente, sin ninguna duda; pero su forma de conducirse en el poder es realmente autócrata y prepotente.

viernes, 5 de enero de 2007

No la corten con la corte


La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en San José de Costa Rica, ha determinado que se indemnice económicamente a los familiares de los terroristas fallecidos en el Penal Castro Castro en 1992, quienes cayeron al ser sofocada un amotinamiento que protagonizaron en dicho centro penitenciario. Además, decidió que estos personajes deben recibir "un homenaje" de parte del Estado peruano.

Este fallo de la CIDH ha desatado una controversia en el ambiente político y jurídico de nuestro país, sobre todo en los predios del gobierno, puesto que, para algunos, constituye una ofensa a la memoria colectiva de los peruanos, en cuanto a que cómo es posible que se decida favorablemente hacia los subversivos, aquellos que tanta sangre inocente derramaron en el nombre de la locura, la barbarie y el extremismo. El mismo presidente Alan García manifestado que este fallo es “indignante”. Por ese lado, es entendible la indignación de gran parte del país, y no sólo de quienes lo conducen. Esta decisión de la Corte de San José es bastante excesiva (y hasta benigna) con estos elementos del terror.

Sin embargo, no es motivo para manifestar, como lo han hecho algunos integrantes del oficialismo, que se debe salir de la competencia de esta jurisdicción, para evitar aplicar este fallo, y otros más que consideran pueden seguir beneficiando a elementos terroristas. El Perú se acogió en 1979 para preservar los derechos humanos y las libertades políticas e individuales, en un contexto en el que la gran mayoría de países latinoamericanos era gobernado por dictaduras de extrema derecha, las cuales iniciaron una cruenta persecución contra sus opositores, la mayoría de tendencia izquierdista o marxista (casos como los de Argentina, Chile y Paraguay son los más evidentes). Si el Perú decide salirse de la corte, ningún ciudadano peruano podrá acudir a un organismo internacional, que se maneja de manera imparcial, en caso de que considere de que en nuestro país no están garantizados sus derechos. La CIDH es un plan de contingencia necesario.

Por esto, siendo el Perú uno de los fundadores de la OEA, podría plantear una alternativa que no implique traumatismos: Debe pedir, por medio de la Cancillería, explicaciones a la Corte sobre el por qué de este fallo. Además, plantear la situación en que se encontraba el país, que no era la misma de los años '70, con las dictaduras de extrema derecha que atentaban contra la misma población, ejerciendo un terrorismo de estado. Aquí se puede indicar que la CIDH se quedó en el tiempo, puesto que considera que todavía hay una situación en que los Estados reprimen a su población; aunque en el caso del amotinamiento, hubo un claro exceso en el que se debe castigar a los responsables, incluido el mismo ex presidente Alberto Fujimori (eso sí; y se añadiría una perla más para su extradición), pero no necesariamente "premiar" a las víctimas. Esta sería la medida más viable.

Muchos vinculan la oposición del APRA a este fallo, a una supuesta alianza con el fujimorismo, y que por ello la gente del gobierno tiene esta postura para evitar que se extradite a Fujimori, con el agregado que también puede haber una decisión de la CIDH sobre el caso de El Frontón, hecho que ocurrió en el primer gobierno de Alan García. Pero esto no es algo comprobado fehacientemente. La bancada aprista en el Congreso apoyó medidas como la eliminación de la Renta Básica de telefonía y la aprobación de la Ley de Concejal Joven, las cuales los fujimoristas no respaldaron. Otra cosa es que el doctor García haya observado la primera (de los teléfonos) manteniendo en vigencia el contrato con Telefónica que impulsara el Extraditable.

Por último: Esta oposición al fallo (volviendo al tema) y la propuesta de retirarse de la Corte, no es lo más sano. Porque no respeta la misma historia del APRA, cuyos líderes, en el momento en que sufrieron grandes persecuciones, tuvieron que exiliarse y ampararse en estos recursos, como los tratados internacionales. Cómo no recordar el refugio de Haya de la Torre en la embajada colombiana en la década de los '50, o los exilios chilenos de Luis Alberto Sánchez y Armando Villanueva del Campo, quien junto a Javier Valle Riestra, son los últimos de los mohicanos apristas, y los únicos que aún mantienen el discurso original aprista, de justicia social y defensa de las libertades. Quizás al APRA le falta líderes de la talla de estos señores, y por eso tienen líderes mediocres, con argumentos mediocres, como el retirarse de la corte.

martes, 2 de enero de 2007

Europa, libérate de Tony Blair


Los gobernantes que han tenido los Estados Unidos, desde que es una potencia mundial, han hecho lo que han querido con el planeta. Pero desde que cayó el bloque soviético a comienzos de la década de 1990, el país del Norte de América se quedó solitario en el escenario internacional, con el planeta a su disposición, comenzando a hacer lo que le viene en gana.

Luego de los atentados en Nueva York del 11 de septiembre del 2001, Estados Unidos, con su presidente George W. Bush a la cabeza, han emprendido una supuesta guerra contra el terrorismo internacional, invadiendo primero Afganistán; y luego a Irak, a la que acusaban de tener armas de destrucción masiva (que nunca encontraron), y justificaron este hecho para “democratizar el país”. Se sabe que el verdadero interés por tener dominio en el Medio Oriente es por las riquezas petroleras que existen en este parte del mundo: por eso esta intromisión.

Acaba de ser ejecutado hace unos días el ex dictador iraquí Saddam Hussein. Fue condenado a la horca por las matanzas a los chiítas en la década de los ’80. Nadie niega que fuera un dictador cruel, que gobernó con mano de hierro su país. Sin embargo, esta sentencia fue el resultado de un juicio parcializado, realizado por jueces títeres de Washington, y que debió ser la misma ciudadanía de este país la que, de manera independiente, tendría que haberlo sentenciado y condenado.

Ante esto, la comunidad internacional ha expresado su repudio al ahorcamiento de Hussein, entre ellos la Unión Europea. La misma actitud tembleque y pusilánime que tomaron cuando Bush invadió Afganistán e Irak. Sólo se limitan a “condenar”. Condenar, condenar y condenar. Lo mismo hizo la ONU. Sólo emiten comunicados ante la opinión pública, por medio de la prensa, para que se conozca su desacuerdo con los abusos del gobernante norteamericano.

La Unión Europea sólo se preocupa por derrotar económicamente a los Estados Unidos. No toma la iniciativa de hacerle un contrapeso mayor, ahora cuando el poder yanqui está desprestigiado. Eso ocurre porque, en este momento, la UE está siendo dirigida por el Reino Unido, cuyo mandamás, Tony Blair, es el principal aliado de Bush en la invasión a Irak. Además de ese detalle, es su principal socio comercial y económico.

Por eso es que la UE “sólo protesta”. Mientras continúe esa influencia blairista (más que británica) en el único bloque que le podría hacer frente a los Estados Unidos, las cosas seguirán igual. Necesita liberarse de dicha influencia, para ser más radical, porque es la única que puede hacerle frente a la superpotencia norteamericana, está llamada a hacerlo. De lo contrario, Estados Unidos seguirá abusando en cualquier confín de la tierra, como lo ha hecho en el Medio Oriente.

Los simples manifiestos sólo pueden venir de las organizaciones de derechos humanos, de asociaciones pacifistas y otros entes de esta naturaleza. Esa es su labor, y muy bien por ello, más no pueden hacer: eso es aplaudible. Pero las grandes potencias están llamadas a hacer algo más grande que eso, a actuar políticamente. Si sólo hablan, y nada más, eso se llama cobardía.