jueves, 1 de febrero de 2007

No se puede pedir más


Anoche Cristal venció en Lima al América de México por dos goles a uno, resultado que confirma su eliminación de la Copa Libertadores, pues era insuficiente para superar el cinco a cero en contra de la semana pasada en Toluca (América actuó allí de local por estar su cancha suspendida). El resultado es lo de menos, pues la goleada anterior confirmaba prácticamente la clasificación de las “águilas” a la ronda de grupos.

Analicemos la actuación hombre por hombre. Delgado en el arco, sacó alguna pelota de peligro, pero fue el mismo de siempre, antipático para la tribuna, la cual hasta ahora no puede comprender porque tiene la costumbre de hacer tiempo con el balón, gane o pierda. Su defensa anduvo regular. Rebosio ya no es el mismo de antes, la mala vida y las malas noches de juerga le están pasando la factura a sus casi 30 años. Villalta ha perdido su nivel de años anteriores (lo único bueno fue que hizo el primer gol), y el tal Rodolfo Fassi, argentino, no es la gran cosa, solo anticipador y rechazador. En México, este trío, con Delgado como cómplice, cumplieron una actuación desastrosa. De lo contrario, el marcador no hubiera terminado como acabó. En Lima al menos mejoraron.

En el medio sector, Prado no termina de entender que el fútbol es un juego en conjunto, y que no es un Maradona que pueda llevarse a todos sus rivales por su banda. Hace recordar a Percy Olivares, quien nos dio muchas insatisfacciones en la selección, jugando de esa manera. Encima, perdió un penal cuando las cosas estaban en cero. Álvarez nunca trascendió (¿de dónde lo sacaron? Con el perdón de la persona). Por allí Lobatón tuvo algunos chispazos, e Ísmodes sorprendió con algunas jugadas, aunque su endeble físico no lo ayudó mucho. Salió aplaudido. Soto ingresó en el segundo tiempo y demostró dos cosas: está falto de fútbol y parece que estuviera lesionado ¿O será que ya se quiere retirar del fútbol? Rainer Torres no mostró casi nada, puro pundonor, nada más.

Arriba, Bonnet se esforzó, pero parece que el peso de los años ya le juega en contra, y erró unas pocas opciones de gol. Orejuela se mostró como siempre, impetuoso, pero desordenado, falló un gol cantado sin arquero, aunque provocó el penal que Prado erró. Luego ingresó Gabriel García, (quien fuera goleador del fútbol peruano y luego destacó en la Liga de Quito) para demostrar que debió ser titular, anotando un gol en su única ocasión frente a la valla rival.

En síntesis, Cristal no tiene equipo.

Por último, el DT. Jorge Sampaoli tendrá que demostrar que ha hecho méritos para llegar a Sporting Cristal, aunque en el equipo que tiene a cargo no tiene mucho para escoger. Sus buenas campañas en Sport Boys y Bolognesi tendrán que ser superadas, porque eso exige la institución del Rímac.

Sin embargo, con el plantel que tiene, no se le puede pedir más a Sampaoli; sólo le queda pedir refuerzos urgentes a la dirigencia. La cosa no va caminar con estos jugadores. Ni siquiera para el torneo local, a mi parecer (Ojalá me equivoque, por los sufridos hinchas de Cristal que hace diez años no ven un buen equipo) Y esto, nuevamente, es responsabilidad de los dirigentes, como los señores Rebagliati y Osterling, que son especialistas para quejarse ante la prensa de todas sus desgracias, pero no para conformar un buen equipo de fútbol.

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