martes, 6 de febrero de 2007

Velasco pretendía una transición


Ayer se cumplieron 32 años de la huelga de la Policía, hecho que para algunos analistas políticos, constituyó el comienzo del fin del régimen dictatorial del general Juan Velasco Alvarado, del cual ahora muchos ultraderechistas critican, y algunos representantes de la denominada “izquierda caviar” prefieren no recordar, pese a que apoyaron entusiastamente al velasquismo en aquella época.

Se dice que fue una dictadura. Eso es cierto. Mantuvo una censura contra aquellos medios de comunicación que estaban opuestos, y que hacían una crítica al régimen. Expropió algunos diarios, entregándolos a personajes afines al gobierno. Por ejemplo, cómo no recordar que el diario El Comercio fue dirigido por el líder de la Democracia Cristiana, Héctor Cornejo Chávez, quien apoyó a Velasco junto con su partido. La revista Caretas fue cerrada en algunas ocasiones.

Además de la censura periodística, también estaba la no realización de elecciones libres. No hubo una persecución política al estilo del sanguinario “Plan Cóndor” en el cono sur de Sudamérica, donde se desaparecían y asesinaban a los opositores al régimen. Pero sí muchos dirigentes de algunos partidos políticos, como el APRA y Acción Popular, estaban encarcelados, y algunos partieron al exilio (Aunque paradójicamente, el líder aprista Víctor Raúl Haya de la Torre estuvo en el país, con esporádicos viajes al exterior). Sin embargo, relacionándolo con el tema de las libertades políticas, no se puede acusar a Velasco de ser un genocida, que haya asesinado o desaparecido a sus opositores.

Pero ninguna de estas cosas critican los ultraderechistas a Velasco. Le critican acciones que fueron en contra de la “dictadura” de la derecha cavernaria, como el haber emprendido nacionalizaciones de recursos que estaban en poder del capital extranjero. La nacionalización de Petroperú, cuyo símbolo es la famosa ocupación de la Refinería de Talara, fue una de las cosas que más les dolió a los ultraderechistas, porque seguramente tenían “amarres” con la International Petroleum Company, dueña hasta ese momento de la refinería. Porque ellos nunca piensan en los intereses del país, sino en seguir siendo ricos a costa de las mayorías.

La sana intención de Velasco, era que estas empresas, en poder del Estado, fueran competitivas en el exterior para que generaran divisas para el país. Era la industrialización del Perú; por ejemplo, aquí se construían automóviles de Wolkswagen, se elaboraban lavadoras de último modelo y se exportaban (¡Cómo no recordar las épocas en que la Av. Argentina era un movimiento total de trabajadores!). Incluso, se alentaba la inversión extranjera: “Los inversionistas extranjeros serán bienvenidos y recibirán todas las seguridades razonables, semejantes a las de sus respectivas patrias, siempre que estén dispuestos a ayudar al Perú en sus planes de industrialización... los inversionistas que deseen explotar materias primas deben estar dispuestos a elaborarlas en el país, hasta donde sea recíprocamente beneficioso”1.

Entonces, es mentira que Velasco pretendió establecer una “dictadura comunista”, como afirman los ultraderechistas, como Aldo Mariátegui, quien es subordinado a sus intereses. Velasco pretendió establecer una transición de centro izquierda, en la cual se implantaran las bases de una justicia social, para luego de algunos años, transitar nuevamente hacia una democracia con elecciones, que fue lo que le faltó emprender. Pero como siempre, la derecha no le dejó actuar en los últimos años de su gestión, por medio de uno de sus peones dentro del ejército, el general Francisco Morales Bermúdez. Si Velasco hubiera continuado unos diez años más, quizá el Perú de ahora no sería tan injusto como hoy.

1 Libro del año 1970. Editorial Grolier Inc. p. 148

sábado, 3 de febrero de 2007

Se acabó la fiesta, hora de curarse


Fue una de las festividades costumbristas en la que el pueblo se refugió para divertirse con sus amigos y su familia. Para olvidar los problemas de la cotidianidad. Se conoce que se celebra desde el siglo XIX. Hay imágenes y pinturas que demuestran que los juegos de carnaval son antiguos, por lo tanto nuestros tatarabuelos también lo practicaban. Pero ojo, sólo entre ellos, entre la gente que consideraban de confianza. Como toda broma, esta siempre se hace con los de confianza.

Lamentablemente, desde hace más de diez años, esta fiesta de aventarse baldazos de agua o globos llenos con el líquido elemento se ha convertido en una verdadera masacre, desvirtuando completamente el sentido del juego en confianza. Ahora vemos que los chicos no solo utilizan el agua; también se consiguen betún, talco, pintura, entre otros elementos. Y lo peor es que embarran a gente desconocida para ellos, que transita por las calles, que van bien vestidos, sea para una ocasión especial, o se dirigen a cumplir algún deber como estudiar y trabajar. El castigo inmerecido que reciben es que unos cuantos desadaptados les ensucien la ropa. Las mujeres sufren la peor parte, pues además de ser pintarrajeadas, los salvajes estos, en algunos casos, se morbosean tocándoles algunas partes de sus cuerpos. Además de dejarles las prendas un desastre, con un collage de colores diversos.

Incluso hay denuncias de actos vandálicos, en los cuales encima de mojar y pintar a los transeúntes, estos también son asaltados. En varios diarios de circulación nacional se puede constatar en columnas como "nos escriben", o algo así, numerosas cartas de vecinos quejándose de estos hechos, y reclamando a los alcaldes que pongan mayor seguridad en las calles para que no se den más estos actos contra el prójimo. Hay un clamor para que se prohíba este juego que ya degeneró.

La verdad es que, yendo contra la tradición, tienen razón. Es que esto ya perdió su razón de ser. Y con lo violenta, reprimida y resentida que está nuestra sociedad, la cual desahoga sus rencores ante la falta de oportunidades con la malcriadez, la falta de respeto, y lo delincuencial inclusive, se confirma su degeneración. Los juegos de carnavales ya no volverán a ser como antes. No hay marcha atrás. No es posible.

Por eso, es necesario que se prohíba este "juego" de una vez por todas. Incluso ha causado muertes. En Cajamarca, un niño de 13 años murió atropellado por un camión, en el momento en que huía de unos individuos que querían mojarlo. ¿Es posible que siga ocurriendo esto? El pobre chico no tenía nada que ver en este juego, pero sus perseguidores no lo entendieron así. Ni lo entienden ni lo entenderán. Porque son parte de la gran mayoría del país que está enfermo, y que necesita que lo curen. Y mientras que se busca cómo curarlo, hay que prohibir este juego. Es como permitirle a un enfermo de cirrosis que se tome un vaso de cerveza.

El juego de carnaval no volverá a ser el mismo. Un juego en familia. Ahora es una salvajada, porque nuestra gente está copnvertida en salvaje. Sino, ¿por qué hay tantas violaciones, secuestros, asesinatos, incluso filicidios (padres que matan a sus propios hijos)?. Son numerosos estos casos. Mientras que el enfermo no comience el tratamiento, que se abstenga de jugar. Es lo preciso y necesario. Y mientras tanto, señor gobierno, ponga en marcha un plan de salud mental.

viernes, 2 de febrero de 2007

Cuidado con una nueva privatización (costumbre fujimorista)


Luego de la iniciativa de la congresista del fujimorismo, Martha Hildebrandt, que plantea que los estudiantes provenientes de colegios particulares que estudien en universidades públicas, paguen sus estudios para que aporten al presupuesto de estos centros de estudios, se agregó la de su colega de bancada, Luisa María Cuculiza, que consiste en que a los estudiantes de las universidades privadas se les quite el derecho del carné de medio pasaje.

Estos proyectos de ley evidencian una clara discriminación hacia un sector del estudiantado universitario. Por más que provengan de una población que económicamente tuvo las posibilidades para pagar una escuela privada, los estudiantes que se verían afectados por esta propuesta tienen el derecho a la gratuidad de la enseñanza al haberse acogido a una universidad estatal. Así como los estudiantes de las universidades privadas tienen el derecho a pagar su medio pasaje, porque eso está consagrado en la ley. Es como si quisiéramos quitarle el pasaje escolar a los colegiales sólo por estudiar en centros particulares. Hay muchas familias que hacen grandes esfuerzos para que sus hijos puedan estudiar en universidades privadas, algunos con beca incluida.

Evidentemente, hay una sintonía entre los proyectos de ley presentados por Hildebrandt y Cuculiza, además de ser ambas parlamentarias de filiación fujimorista. El comenzar a recortar derechos establecidos desde hace muchísimos años, parecen ser el primer paso para privatizar la educación, anhelo de muchos “lobbistas” que, no contentos con ganar hartas sumas de dinero por lucrar con esta, buscar ahora sacar provecho de su mala situación.

Y no es raro que lo presenten las señoras de la bancada fujimorista. Durante su gobierno de diez años, Alberto Fujimori fue el iniciador de las privatizaciones en el Perú, obedeciendo a intereses de las grandes empresas transnacionales y gente interesada en mantener su poder económico, a costa de la paupérrima situación en que se encontraban la mayoría de las empresas estatales. Privatizó la compañía de teléfonos, la de luz, entre las más sonadas transacciones, y como producto de ello tenemos las tarifas más altas en servicios de América Latina. Con lo único que no pudieron fue con el tema del agua, que, gracias a Dios, a los esfuerzos de los gobiernos siguientes (hay que reconocerlo), y a quienes se opusieron a esto, permanece en manos nacionales.

Si se dan estos dos pasos, quitar la gratuidad de la enseñanza a un sector de los estudiantes y eliminar el medio pasaje para los “pitucos”, se abren las puertas a una nueva privatización. Esto acarrearía que no haya acceso a la educación para las clases menos favorecidas, y por consiguiente, los grandes empresarios de la educación se apoderen poco a poco de las universidades del Estado. El gobierno debe ponerse alerta ante esta situación.

Sin embargo, parece que esta iniciativa no avanzará. La parlamentaria aprista Nidia Vílchez indicó que estaba en desacuerdo con esta medida, y adelantó que su bancada no la apoyará. El Presidente del Consejo de Ministros, Jorge Del Castillo, garantizó al inicio del nuevo gobierno que no habrían más privatizaciones, y ayer ratificó su posición, manifestando su defensa de la enseñanza gratuita. Esperemos que se cumplan estas promesas.

jueves, 1 de febrero de 2007

No se puede pedir más


Anoche Cristal venció en Lima al América de México por dos goles a uno, resultado que confirma su eliminación de la Copa Libertadores, pues era insuficiente para superar el cinco a cero en contra de la semana pasada en Toluca (América actuó allí de local por estar su cancha suspendida). El resultado es lo de menos, pues la goleada anterior confirmaba prácticamente la clasificación de las “águilas” a la ronda de grupos.

Analicemos la actuación hombre por hombre. Delgado en el arco, sacó alguna pelota de peligro, pero fue el mismo de siempre, antipático para la tribuna, la cual hasta ahora no puede comprender porque tiene la costumbre de hacer tiempo con el balón, gane o pierda. Su defensa anduvo regular. Rebosio ya no es el mismo de antes, la mala vida y las malas noches de juerga le están pasando la factura a sus casi 30 años. Villalta ha perdido su nivel de años anteriores (lo único bueno fue que hizo el primer gol), y el tal Rodolfo Fassi, argentino, no es la gran cosa, solo anticipador y rechazador. En México, este trío, con Delgado como cómplice, cumplieron una actuación desastrosa. De lo contrario, el marcador no hubiera terminado como acabó. En Lima al menos mejoraron.

En el medio sector, Prado no termina de entender que el fútbol es un juego en conjunto, y que no es un Maradona que pueda llevarse a todos sus rivales por su banda. Hace recordar a Percy Olivares, quien nos dio muchas insatisfacciones en la selección, jugando de esa manera. Encima, perdió un penal cuando las cosas estaban en cero. Álvarez nunca trascendió (¿de dónde lo sacaron? Con el perdón de la persona). Por allí Lobatón tuvo algunos chispazos, e Ísmodes sorprendió con algunas jugadas, aunque su endeble físico no lo ayudó mucho. Salió aplaudido. Soto ingresó en el segundo tiempo y demostró dos cosas: está falto de fútbol y parece que estuviera lesionado ¿O será que ya se quiere retirar del fútbol? Rainer Torres no mostró casi nada, puro pundonor, nada más.

Arriba, Bonnet se esforzó, pero parece que el peso de los años ya le juega en contra, y erró unas pocas opciones de gol. Orejuela se mostró como siempre, impetuoso, pero desordenado, falló un gol cantado sin arquero, aunque provocó el penal que Prado erró. Luego ingresó Gabriel García, (quien fuera goleador del fútbol peruano y luego destacó en la Liga de Quito) para demostrar que debió ser titular, anotando un gol en su única ocasión frente a la valla rival.

En síntesis, Cristal no tiene equipo.

Por último, el DT. Jorge Sampaoli tendrá que demostrar que ha hecho méritos para llegar a Sporting Cristal, aunque en el equipo que tiene a cargo no tiene mucho para escoger. Sus buenas campañas en Sport Boys y Bolognesi tendrán que ser superadas, porque eso exige la institución del Rímac.

Sin embargo, con el plantel que tiene, no se le puede pedir más a Sampaoli; sólo le queda pedir refuerzos urgentes a la dirigencia. La cosa no va caminar con estos jugadores. Ni siquiera para el torneo local, a mi parecer (Ojalá me equivoque, por los sufridos hinchas de Cristal que hace diez años no ven un buen equipo) Y esto, nuevamente, es responsabilidad de los dirigentes, como los señores Rebagliati y Osterling, que son especialistas para quejarse ante la prensa de todas sus desgracias, pero no para conformar un buen equipo de fútbol.